La violencia contra las mujeres y las niñas constituye una violación de los derechos humanos y está en nosotras acabarlo. Lo mejor es prevenir con conversaciones sobre los roles de género a una edad muy temprana, dándole el ejemplo a nuestras hijas y a futuras generaciones sobre el respeto por sí misma y los derechos humanos.
Si fomentamos la autonomía en general a nuestras hijas, y les hablamos sobre el consentimiento, la autonomía física y la rendición de cuentas a niñas y niños, y además les invitamos a que expresen libremente sus ideas sin criticarlas, fomentaremos el respeto y no el temor o miedo.
Es necesario que tus hijas conozcan los indicios del maltrato y aprendan a no consentirlo por parte de nadie. Además, es vital enseñarles que su dignidad no es ni debe ser negociable, que el valor no es ausencia del miedo, y que si lo sienten deben comunicarlo para poder enfrentarlo con decencia y encontrar seguridad y apoyo.
Si crees que alguien te está maltratando, siempre hay ayuda disponible. Debes saber que no estás sola, que puedes pedir ayuda a una persona de confianza y no tienes ocultarlo por vergüenza o temor.
Recuerda que la violencia puede adoptar muchas formas, incluido el acoso sexual en el lugar de trabajo.